En el ámbito de la medicina estética, la seguridad del paciente y el cumplimiento legal son elementos fundamentales. Por eso, tanto la legislación europea como la española establecen que determinados productos sanitarios solo pueden ser adquiridos y utilizados por profesionales sanitarios titulados, especialmente médicos. Pero, ¿a qué se debe esta normativa tan clara y restrictiva?

En Piel Eterna recibimos con frecuencia consultas de profesionales y centros estéticos que desean adquirir toxina botulínica (Botox®) a través de nosotros. Agradecemos la confianza, pero es esencial aclarar que no podemos vender este producto, ni por razones legales ni éticas. ¿Por qué? Porque Botox no es un producto sanitario común, sino un medicamento estrictamente regulado. Aunque es muy solicitado en estética facial, en España solo puede adquirirse en farmacias autorizadas y con receta médica.

En los últimos años, el mercado de productos estéticos falsificados ha experimentado un aumento preocupante. A pesar de las estrictas normativas y controles de calidad en varios países, estos productos fraudulentos siguen representando un riesgo para la salud y seguridad de los pacientes.
Falsificadores aprovechan la alta demanda y la desinformación para vender productos peligrosos con graves efectos secundarios.